Muchas veces este gato de adorno es la única mascota que se encuentra en los hogares japoneses debido al reducido espacio o las estrictas normas de convivencia de sus viviendas. Sólo las personas que viven en condominios familiares pueden tener mascotas, lo cual hace que sea muy difícil para los jóvenes tener gatos.

Esta es la razón por la que en Japón, y otras partes del mundos –como Viena o Londres-, los cafés con la compañía de animales, en especial gatos (aunque también se pueden encontrar perros, conejos o aves ) se han popularizado.

Los Cat café son por lo general espacios cómodos, “hogareños”, con música suave y juguetes para mascotas. Allí pueden haber hasta 14 felinos. Como requisito para tocar a los animales los clientes deben lavarse las manos con un jabón especial y alcohol.

“Me gustan los gatos, pero no puedo tener uno, así que quise pasar el rato con ellos aquí. Yo solo los miro. Verlos me hace sentir relajado”, afirmó Kayoko, una profesora de guardería de 32 años, a la revista mexicana Vice.

Allí también las personas aprenden a socializar con otros amantes de los felinos. “Puedo pasar tres horas en este café. Me gusta mirar fijamente a los gatos y jugar con ellos, además de conocer personas”, le contó Nakatsuka, un empleado de oficina de 39 años, al mismo portal mexicano.

La mayoría de clientes son personas relativamente jóvenes (entre los 20 a los 35 años) que se acercan después de salir del trabajo y quieren un escape a la rutina y, en muchos casos, a la soledad.